26 septiembre 2005

El conflicto del Ulster

Durante mi estancia en Irlanda, hace ya algunos años, conocí a un larguilucho francés con el que coincidí en un trabajo en Dublín. Fueron pocos los días que coincidimos y, si mi inglés era por aquellos entonces más bien cortito, el suyo era aún peor. Recuerdo que repetía constantemente la coletilla "nevermind". Siempre pensé que lo hacía de haberlo visto tanto en el famoso disco de Nirvana. Era uno de esos tipos que al poco de conocerlo ya te cae bien: su torpeza era admirable, y más admirable aún era la forma con la que la solventaba y la amabilidad que transmitía. Mi experiencia con los franceses en aquella época no había sido muy buena, y este viajero fue de los pocos que realmente me cayeron bien.
El caso es que casi todo el personal del hotel en el que trabajábamos desayunaba, almorzaba, o cenaba en el mismo hotel, ya que estaba en el centro de Dublín y por alli era dificil encontrar alojamiento. Recuerdo la sala subterránea con la pequeña televisión en la que siempre tenían puesto "Sky News" y en la que se juntaban personas de tantos sitios diferentes: americanos, alemanes, indios, australianos, sudamericanos... En esta sala pasé no pocos ratos muertos comiendo chocolatinas y porquerías varias. Allí me contó el francés de antes (del cual no recuerdo su nombre, como me pasa con la mayoría de los que conocí allí) que acababa de llegar de hacer un circuito de viaje en bicicleta por Irlanda del Norte. Me contó el mal estado en el que se encontraba aquella parte del (quieran o no) pais: casas destrozadas, calles vacías, carreteras dinamitadas, pintadas a favor y en contra de Inglaterra, gentes marcadas por una guerra demasiado larga, etc. Nunca pensé que aquello pudiera estar tan cerca de Dublín, una ciudad tan moderna y tan joven, tan llena de vida. Me impactó su relato por la cercanía temporal y física y porque tenía planeado un viaje por el norte del país cuando terminara de conocer el resto. Aquella historia me dio mucho que pensar y evidentemente, me quitó la idea de una posible visita al norte.
Hoy he leido esta noticia y me he acordado de la cara de amargura del francés cuando me contaba esto, de la gente tan increíble que conocí allí y del hotel con 4 restaurantes y "nosécuantas" habitaciones. Siempre oí que la gente de Irlanda del Norte es mas gris y apagada que la gente de Irlanda, aún así se merecen vivir en armonía y felicidad como el resto de la isla. Estos últimos meses han estado dando un paso hacia adelante para acabar con el llamado "conflicto del Ulster". Asistimos a su fin.
Adelante norirlandeses.

1 Comments:

At 26 septiembre, 2005 20:03, Blogger sepu said...

otro problema distinto... pero al fin y al cabo el origen esta en el dinero... maldita humanidad vanidosa. Alguna parte del IRA quedará para dar por culo...

 

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