12 septiembre 2005

Fuego

Venía esta mañana, de camino al trabajo, escuchando la radio. Hablaban de un joven padre y su hija. Se había declarado un incendio en la planta baja de su casa y ellos se encontraban en la superior, a muy pocos metros de una salida hacia una azotea.

Al ver el humo, el padre, asustado, cogió a su hija en brazos y salió corriendo escaleras abajo. El pánico se apoderó de él al ver que el humo iba a más. Estaba ya cerca de la puerta, cuando el humo y el calor le hizo soltar a su hija de sus brazos. Y vino a desfallecer encima mismo del foco del fuego: unas motocicletas que se encontraban ardiendo. Gasolina, neumáticos y aceite quemándose.

Si alguna vez me encuentro en una casa en llamas, espero acordarme de esto: es más fácil salir por la azotea y saltar a la casa de al lado, que bajar y meterse en la misma boca del fuego. Si el pánico me deja, claro.