11 octubre 2005

Inconscientes

Parece que nadie se atreve a decirlo. Es como si fuera un secreto a voces, algo que hay que leer entre lineas, que no cuentan directamente en los medios pero que esta ahí. Sólo hablan de lo inmediato y lo que llama la atención, el llanto fácil, la lágrima que se transforma en risa o en admiración en la siguiente noticia.

Ya no se puede prevenir, ya hay que curar, si es que se puede y se quiere. El cambio climático ya nos ha cogido. La naturaleza no nos está avisando, ya nos había avisado antes. Ahora nos ataca, nos repele. El hombre ha destrozado el ecosistema, ha transformado, utilizado y despreciado, ha jugado a su antojo con la naturaleza. No es algo nuevo, no ha ocurrido sólo en la década de los 90, más bien viene ocurriendo desde hace siglos, desde la Primera Revolución Industrial, se puede decir.

¿Nos merecemos esto? Pues claro: años de emisiones de C02, gases nocivos, podas indiscriminadas e incendios de bosques, construcciones y conglomeraciones masivas, etc. En esta tabla se pueden ver los aumentos de los gases que producen el efecto invernadero en comparación con el año 1750. El agua se contamina cada vez más, el aire se hace irrespirable, los polos se calientan, asciende la temperatura global. ¿Es esto culpa del hombre o es un ciclo natural? Los científicos no se ponen de acuerdo, hay opiniones para todos los gustos. Aún así, el agujero de la capa de ozono sigue ahí (y aumentando), aunque no lo digan en la tele, los polos siguen perdiendo hielo, sube el nivel del mar y se suceden catástrofes en todo el mundo: terremotos, huracanes, erupciones volcánicas, sequías... ¿Es esto una visión demasiado apocalíptica o nos estamos cargando nuestro ecosistema?

Lo peor de todo es la hipocresía. Al haber pasado en EEUU todo cambia, ya no afecta sólo a países subdesarrollados, ahora es a nivel mundial, tan sólo porque ha afectado a la supuesta superpotencia. El hombre no tiene conciencia temporal ni espacial. No nos importa que nuestros hijos no puedan vivir en un ambiente normal. Da igual, para eso ya está la Nasa en Marte o en la luna investigando por ahí, en caso de que haya que cambiarse de planeta. Tampoco nos importa demasiado si hay sequía o lluvias torrenciales, mientras haya algo que ver en la tele y tengamos para llevarnos a la boca. Por mí como si se pudre mi vecino. Pan y circo.

inconsciente.

1. adj. Que no se da cuenta del alcance de sus actos. U. t. c. s.

2. adj. Que está privado de sentido.

3. m. Psicol. Sistema de impulsos reprimidos, pero activos, que no llegan a la conciencia.
~ colectivo.

1. m. Psicol. Representaciones comunes al género humano.
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