06 noviembre 2005

Estudio sobre la tristeza. v1.0

Ensimismado en uno mismo se puede llegar a comprender que algunas causas de tristeza sean exactamente eso: uno mismo, un sentimiento que sale del propio ser humano, que no tiene espacio pero que lo encuentra, que te desgarra con un sinsentido desholador y que no tiene un tempo determinado y aparece sin avisar.
Lo que se entiende comunmente por depresión no pienso que sea para nada inherente al hombre; es más, pienso que es una escusa creada por la mente del hombre en algún momento de la historia para suplantar y rellenar huecos de la personalidad humana que no tienen explicación a priori, es decir, espacios que es más facil rellenar con soledad y tristeza que con esfuerzo por salir adelante o rellenarlos conscientemente. Hay que pensar que la tristeza no nos es ajena, es incluso lógica en según qué ocasiones, pero hay otras en las que no tienen sentido, y lo importante está en darse cuenta de ese sinsentido y despreciarlo, sacarlo fuera del cuerpo como si fuera un virus o una comida que ha sentado mal. De hecho muchas veces, el dolor que provoca la tristeza duele de tal forma que se transforma en un quebranto físico y palpable, algo que se puede y se debe expulsar del abdomen como si fuera un grano de pus.
Desde aquí, y bajo mi humilde opinión, hago un llamamiento a la alegría y el gozo global, la felicidad y el entretenimiento. Hay demasiadas cosas por ahí como para perder el tiempo en tristezas y sombras.