26 diciembre 2008

¿Qué no harías con miedo?

Esta noche nos hemos despertado sobresaltados: un estruendo enorme, más fuerte que cualquier petardo navideño me ha hecho levantarme asustado, pensando mil posibles causas y mil posibles efectos.
Que si una bombona de butano que le ha explotado a un vecino, que si un petardo tirado en un bombo de basura o dentro del portal. Y la que más miedo me ha dado: un atentado en el cercano cuartel de la Policia Nacional.
Muchas veces no pensamos en los riesgos o peligros a los que estamos sometidos. Como el hombre es un ser trascendental pero que la realidad, la rutina y la sociedad lo hacen ser intrascendente, nos planteamos esto sólo cuando se le ven las orejas al lobo.
Como en muchas situaciones, sólo se les pone freno o remedio cuando el daño ya está hecho.

Así que voy a blindar mi ventana, construirme un refugio antiaéreo, asustarme de todo el que pasa por mi puerta y comprar un fusil de asalto y unas cuantas granadas. Estaré ojo avizor y lucharé hasta la muerte por defender mi casa.
Ay, no! Que eso sólo pasa en EEUU!
Entonces me voy pal bar.